Cada año, se desperdician 577.000 toneladas de alimentos impecables en Austria. Según el Instituto para el Manejo de Residuos, el pan, los dulces y los productos de panadería, así como las frutas y verduras, se eliminan con mayor frecuencia. Este desperdicio de alimentos le cuesta a los austriacos casi 300 Euro por hogar por año, que simplemente se tiran a la basura. Extrapolado a toda Austria, los alimentos en la cantidad de aproximadamente 300 millones en la basura también pueden terminar en la restauración fuera del hogar. Estos números envían hoy a los operadores de la aplicación "Too Good To Go".
El desperdicio de alimentos es un desperdicio de recursos y, por lo tanto, daña el clima. ¿Y quién quiere tirar 300 Euro a la papelera? Por lo tanto, debemos tener cuidado al manipular los alimentos con cuidado y apreciarlos nuevamente.
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