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La conexión entre los derechos humanos y la economía global


Son las cinco de la mañana. Todos los días en este momento, la vida comienza en un pequeño pueblo africano. Los hombres van a cazar y las mujeres a los campos a recoger grano. No hay desperdicio de alimentos y tampoco hay un consumo de alimentos por encima del promedio. Todo se cultiva y se produce solo para mantener la propia existencia. La huella biológica está muy por debajo de 1, lo que significaría que si todos vivieran como la aldea africana, entonces no habría hambruna, no habría explotación de grupos de población pobres en otros países y no habría derretimiento de los casquetes polares, ya que el calentamiento global no existiría.

Sin embargo, varias grandes corporaciones están tratando de exterminar y expulsar a estas minorías étnicas para extraer aún más recursos y convertir las selvas tropicales en campos para la agricultura.

Aquí estamos ahora. ¿Quién es el culpable? ¿Es el pequeño agricultor que solo trabaja por su propia existencia y no hace nada por la globalización? ¿O son las grandes empresas las que están impulsando el calentamiento global y contaminando el medio ambiente, pero proporcionando a un amplio sector de la población alimentos y ropa asequibles?

No hay una respuesta clara a esta pregunta, porque depende principalmente de su propia opinión y moral del lado que elija. Pero si ahora consideras que todas las personas en la tierra, sin importar si son ricas o pobres, grandes o pequeñas, tienen derechos humanos inherentes, entonces, en mi opinión, las corporaciones explotadoras definitivamente los están violando. Un gran problema en este contexto es el público, un ejemplo bien conocido es Nestlé. Esta empresa pidió la privatización de las fuentes de agua, lo que significaría que las personas que no tienen dinero no tienen derecho al agua. Sin embargo, el agua es un bien público y todos tienen derecho al agua. Pero, ¿por qué apenas oye hablar de estos temas? Por un lado, Nestlé y similares están haciendo mucho para evitar que tales escándalos se hagan públicos. Por otro lado, también juega un papel la relación personal, que muchas personas no pueden establecer debido a la distancia y las diferentes condiciones de vida.

Muchas marcas conocidas no tolerarían este comportamiento. Sin embargo, el problema surge debido a la opacidad de la cadena de suministro, ya que las materias primas se suelen comprar a través de varios intermediarios.

Hay muchas soluciones posibles, pero solo unas pocas tienen efectos directos. Uno de estos enfoques sería, por ejemplo, mantenerse alejado de los artículos con las palabras “Hecho en China” e intentar promover la economía regional o europea. También es de gran ayuda conocer de antemano el origen de los productos y las condiciones de trabajo en Internet.

La gran huella ecológica existirá mientras existan las grandes corporaciones. Entonces hay que apelar al sentido común de la población para preferir los productos de la economía regional.

Julián Rachbauer

Foto / Vídeo: Shutterstock.

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SOBRE LA CONTRIBUCIÓN A LA OPCIÓN AUSTRIA


Escrito por Julián Rachbauer

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